miércoles, 16 de enero de 2019

Día de la Lectura en Andalucía

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA LECTURA EN ANDALUCÍA.


Nos pusimos en contacto con los abuelos y abuelas de nuestros alumnos para celebrar el Día de la Lectura en Andalucía con una lectura intergeneracional.
La respuesta fue muy positiva.
Teníamos abuelos y abuelas para todas las clases.
El mensaje que se les envió fue el siguiente:

DERECHOS DE LOS NIÑOS A ESCUCHAR CUENTOS

Desde el Colegio, y colaborando con el Programa de la Biblioteca Escolar, se buscan abuelos y abuelas voluntarios que trabajen para hacer efectivo el derecho de los niños a que se les lean cuentos.

Todos los abuelos y abuelas interesados se lo comunicarán al tutor o tutora de sus nietos. La lecura del cuento o la narración de "aventuras y batallitas" se hará en las clases el día 17 de diciembre, fecha en que se celebra el "Día de la Lectura en Andalucía"
Gracias por su colaboración.

El niño y los clavos


         Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
        El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.
        Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y le dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
        Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
        Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en ella. Jamás será la misma.
        Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
        Los amigos, así como los maestros, los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
        Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. FIN
(Debate)

Desde aquí, queremos agradecer a todos los abuelos y abuelas su participación en esta celebración. Muchas gracias